Encontrar el título de la página web adecuado es una de las tareas más complicadas: ¿Queremos conquistar con él a redes sociales o a Google? Sin duda nuestro objetivo debería ser resultar atractivos para ambos.
Comencemos por la base, el título de la página web es la carta de presentación de nuestros artículos. Si en el primer contacto no llamamos la atención del lector, es difícil que se nos otorgue una segunda oportunidad. Por eso, por muy bueno que sea el contenido o por muchos seguidores que tengamos en las redes sociales, si el título de la página web no es atractivo no tendrá éxito.
Lo primero que debemos hacer es plantearnos cuál es nuestro objetivo: ¿Mejorar el tráfico orgánico desde buscadores, el tráfico de referencia desde las redes sociales o ambas cosas? Si optamos por la primera opción, tendremos que elegir un texto que comience con una keyword y que sea similar al que pondríamos en Google para hacer una búsqueda (claro está sin hablar como los indios). Esta fórmula nos permitirá un tráfico a largo plazo lineal pero a corto plazo puede que no genere nada de tráfico de referencia. La segunda opción es sencilla, utilizamos un título expresivo y atractivo para conseguir un pico de visitas en los primeros días, pero su tráfico orgánico puede que sea muy limitado.
Entonces, ¿cuál es la combinación óptima? Nuestros titulares deben contener la esencia del contenido, ser concisos y tienen que ser capaces de despertar la curiosidad del lector. Recordemos que ahora lo más importante para Google es la calidad, si escribimos un buen contenido sobre una temática interesante y logramos que el titulo sea reflejo de esta calidad, conseguiremos ambos objetivos: que el buscador se fije en nosotros y llamar la atención de las redes sociales.
Errores más frecuentes
Uno de los errores más típicos al escribir un artículo es caer en el sensacionalismo, olvidándonos de la calidad. Por mucho que pensemos en lo creativos u originales que somos, esta práctica lo único que conseguirá es que perdamos la confianza de nuestros lectores habituales. Debemos tener en cuenta que los mejores embajadores de nuestra web o blog son nuestros lectores, si el título no tiene relación con el contenido se sentirán defraudados y la confianza es difícil de recuperar.
En otras ocasiones el título es interesante pero no guarda ninguna relación con el contenido. Para evitar esto, una práctica a la que deberíamos acostumbrarnos es escribir antes el artículo y, una vez finalizado, elegir el título. Por mucho que hayamos decidido la temática y el enfoque previo del post, desde la cabeza hasta el ordenador la idea puede haber dado un giro de 180 grados.
El título de la página web perfecto a todos los niveles no existe, pero sí que podemos encontrar una combinación que potencie tanto el tráfico orgánico como el de referencia, es decir, que llame la atención tanto de las redes sociales como de buscadores.